martes, 4 de septiembre de 2007


Vengo de la palabra
a través de tinieblas
y silencio.
Me duelen las uñas y los dedos
en este otoño inquieto.
Vengo a desatar la vida,
buscar la ternura,
la piel galopa para que el universo
no se detenga.
Vengo trayendo el beso para ponerlo
en todo lo que vive.
Vengo a derramar el poema.