viernes, 7 de septiembre de 2007

flotando

Porque llega ondulante
con jazmínes en una mano
café en la otra
y no tambalea
y no se cae
la miran los ojos de la tarde
y las alas aplauden
su sabiduría.


Pasan los trenes y sigue
como golondrina
caminos desconocidos.

Sobre el asfalto humeante
inclina su tallo
su cuerpo rebosante de calandrias
nadie descubre su esencia.

Busca abrigo para su sombra
devora innumerables palabras
expuesta a todo
la diminuta de perfume entre sus piernas
no frena nada ocurre.

Quedan preguntas flotando en el aire.